Esta es una lista de vocabulario sensible a la hora de referirse al VIH/SIDA. La intención es ayudar a entender la complejidad de la temática de esta patología, y de cómo puede afectar a las personas que viven con ella.
“Azote”, “plaga”, “enfermedad pavorosa”
estas palabras son demasiado dramáticas. Pueden implicar un juicio, por lo que es mejor reemplazarlas por otras con menos carga negativa:
Alternativas: enfermedad, epidemia.
“Batalla”, “lucha”, “guerra”:
las metáforas de guerra han creado un entendimiento erróneo de la enfermedad, evidenciando una connotación que deja poco margen para la acción individual.
Alternativa: respuestas al vih/sida.
“Contagiarse SIDA”, “agarrarse SIDA”:
El vih es transmitido (por ej. sexualmente, de madre a hijo, o a traveś de la sangre) y luego puede llegar a convertirse en sida. A diferencia de las enfermedades contagiosas, el vih no puede ser contagiado, ya que al tratarse de un virus anaeróbico (esto es, que no puede sobrevivir en presencia de aire) no puede transmitirse a través del contacto casual (estornudos, tos o saliva).
Alternativa: contraer/adquirir/transmitir vih.
“Drogas para el SIDA”:
No hay drogas para el sida, dado que un síndrome no se trata con un medicamento específico. Además, este término puede ser malinterpretado, haciendo creer que existe una cura para el vih. Es importante remarcar que si bien hay medicación para tratar y controlar el avance del vih en el organismo, ninguna puede eliminar al virus del cuerpo.
Alternativas: terapia anti vih, terapia/tratamiento ARV (antirretroviral).
“Inocente”, “culpable” (refiriéndose al hecho de haber contraído/transmitido el vih):
De estos términos se infiere que algunos modos de transmisión son peores que otros y que algunas personas que viven con vih “merecen” este estatus.
Alternativa: evitar estos términos.
“Infectado/contagiado de VIH”, “VIH positivo”:
Enfatizan la infección, en lugar de referirse a la persona que vive con ella.
“Portador/a de VIH”, “portador/a de SIDA”, “sidoso/a”, sidótico/a”:
Estos términos tienden a estigmatizar, ya que se centran en el individuo como portador de una enfermedad. Más aún, clínicamente se llama “portador” al agente causante de la transmisión de una enfermedad, pero no al individuo que la tiene. Es importante hacer hincapié en que el vih es una enfermedad que se puede manejar y con la que se puede vivir, en vez de centrarse en el estatus de una persona respecto de la enfermedad.
“Víctimas del VIH”, “personas que sufren de SIDA”, “enfermos de SIDA”:
Estos términos evocan imágenes de pasividad, debilidad e impotencia.
Alternativas: persona/hombre/mujer que vive con vih.
“Plaga”, “peste”:
Estos términos provocan miedo y son incorrectos.
Alternativa: epidemia.
“Sospechoso”, “admitir”, “confesar” (tener VIH):
Estos términos promueven la estigmatización ya que implican la idea de secreto.
Alternativa: evitar estos términos.
“Virus del SIDA”:
El nombre correcto del virus es vih. El sida es un síndrome causado por el vih.
“Virus del VIH”:
Este término es redundante ya que vih significa virus de inmunodeficiencia humana.
Alternativa: vih.
“Promiscuo”:
Este término se basa en la percepción del comportamiento de un individuo. Da una connotación negativa sobre el hecho tenga o se crea que tiene más de un compañero sexual y no da cuenta claramente del contexto de transmisión. Por ej., una persona puede tener un matrimonio polígamo, que resulta social y religiosamente aceptado en muchas comunidades. Es importante no usar un lenguaje que juzqgue el comportamiento de otras personas ni que esté basado en estereotipos o concepciones erróneas.
Alternativa: Este es un jucio de valor que debería ser omitido.